viernes, 20 de noviembre de 2015

Soluciones

Soluciones 
Se llama disolución a la mezcla homogénea de las moléculas, átomos o iones de dos o más sustancias, así pues, en una disolución habrá dos tipos de sustancias, una de ellas es el disolvente y las demás son solutos. Se llama disolvente a la sustancia que, poseyendo el mismo estado físico que la disolución, está en mayor proporción en masa si se trata de una disolución solida o liquida o en mayor proporción en volumen si se trata de una disolución gaseosa.
Las disoluciones son muy importantes para los químicos, ya que la mayoría de las reacciones químicas se realizan en disolución y la mayoría de los productos químicos se almacenan en este estado. Su importancia es tan grande que algunos autores lo consideran un cuarto estado de la materia.

Concentración: El volumen de una disolución no representa una cantidad de materia química por sí misma, para hacerlo es preciso que vaya acompañado de la cantidad de soluto que contiene cada porción de disolución o de disolvente. Se llama concentración a la relación entre la cantidad de soluto y la de disolución. En casos muy concretos, en vez de la cantidad de disolución, la cantidad de soluto se relaciona con la de disolvente. La concentración de una disolución sera la responsable de la variación de las propiedades físicas de una disolución.
Solubilidad: La solubilidad es la máxima concentración estable que puede alcanzarse son un soluto y un disolvente determinados. En principio, la solubilidad puede variar con la presión, la temperatura y la presencia de otros solutos en la misma disolución.
La solubilidad de una sustancia en un determinado disolvente depende, en primera instancia, de la naturaleza de ambos. En general, el disolvente y el soluto han de tener una polaridad semejante para que las fuerzas de atracción entre las partículas del soluto y las del disolvente sean del mismo orden que las que poseen las partículas del disolvente entre ellas y las del soluto. Por este motivo, el disolvente más universal de las sustancias iónicas es el agua.
Tipos de disolución: las disoluciones pueden clasificarse de acuerdo con muchos criterios: cantidad de soluto, la conductividad eléctrica, el tamaño de las partículas, el estado físico, etc.
Por la cantidad de soluto respecto a la de disolvente, las disoluciones pueden ser:
  • Diluidas: Una disolución es diluida cuando la cantidad de soluto es muy inferior a la de disolvente. son interesantes las disoluciones diluidas, porque cuando se mezclan disoluciones diluidas de un mismo disolvente sus volúmenes son aditivos.
  • Concentradas: Una disolución es concentrada cuando la cantidad de soluto y de disolvente son del mismo orden.
  • Saturadas: Una disolución es saturada cuando su concentración equivale a su solubilidad. Esto no supone que sea diluida ni concentrada, ya que depende, en exclusiva, de la solubilidad. Para preparar una disolución saturada basta con añadir soluto al disolvente y mezclar con mucho cuidado hasta que la cantidad de soluto solido permanezca constante en el tiempo.

  • Sobresaturadas: Una disolución es sobresaturada cuando su concentración es superior a la solubilidad. Su estabilidad es muy deficiente y basta la introducción de un cristal, un cambio brusco de temperatura o una agitación para que el soluto sobrante se separe con brusquedad.

Por la conductividad, las disoluciones pueden ser:
  • Electrolitos: Son disoluciones de electrolitos cuando conducen la corriente eléctrica, por ejemplo, las disoluciones acuosas de sustancias iónicas, de los ácidos y de algunas sustancias covalentes que sufren una reacción química en agua y se transforman en iones.
  • No electrolitos: Son disoluciones de no electrolitos las que no conducen la corriente eléctrica y, en general, son aquellas en que el soluto es molecular al no poseer iones con carga eléctrica.
Por el tamaño de las partículas del soluto, las disoluciones se clasifican en:
  • Suspensiones: Son visibles a simple vista o al microscopio. Pueden separarse mediante filtración. Se depositan con el tiempo (sedimentación). Aunque no sean visibles, hacen visible un rayo de luz que las atraviese. Por ejemplo, si en una habitación a oscuras entra un rayo de luz por una grieta o agujero practicado en la ventana, se observa el movimiento de las partículas de polvo suspendidas en el aire.
  • Coloides: Son transparentes, invisibles al ojo humano. Las partículas pueden verse con un ultramicroscopio o con un microscopio electrónico. Si las atraviesa un rayo de luz, este se vuelve visible, por el llamado efecto Tyndall. No sedimentan y pueden separarse mediante filtración con una membrana.
  • Disoluciones verdaderas: No son separables por sedimentación ni filtración mecánica. Son transparentes e invisibles mediante cualquier medio óptico y no transforman en visible un rayo de luz. 
Por el estado físico, las disoluciones pueden ser sólidas, liquidas o gaseosas. El estado físico de una disolución no supone el estado físico del soluto o solutos que la componen. Solo el disolvente ha de poseer por fuerza el estado físico de o la disolución.

Propiedades de las Disoluciones: La adición de un soluto varía las propiedades, tanto químicas como físicas, de un disolvente. Las propiedades químicas dependen del soluto concreto añadido, mientras que las propiedades físicas dependen de la concentración y la clase de soluto añadido: de si es o no disociable en iones y si es o no volátil.

Propiedades Coligativas

Propiedades Coligativas
Se llaman propiedades coligativas a aquellas propiedades de una disolución que dependen únicamente de la concentración. Generalmente expresada como concentración equivalente, es decir, de la cantidad de partículas de soluto por partículas totales, y no de la composición química del soluto. Están estrechamente relacionadas con la presión de vapor, que es la presión que ejerce la fase de vapor sobre la fase líquida, cuando el líquido se encuentra en un recipiente cerrado. La presión de vapor depende del solvente y de la temperatura a la cual sea medida (a mayor temperatura, mayor presión de vapor). Se mide cuando el sistema llega al equilibrio dinámico.

Presión de vapor

Presión de Vapor
La adición de un soluto molecular no volátil provoca una disminución de la presión de vapor respecto al disolvente puro. Recordemos que la evaporación es un fenómeno que sucede solo en la superficie, y como esta superficie esta ocupada en parte por el soluto, que no tiene facilidad para escapar del seno del liquido, solo una parte de esta superficie es apta para sufrir evaporación
Ademas, algunas partículas un poco mas profundas, que llegarían a la superficie del liquido y escaparían, chocan contra las moléculas de soluto mas pesadas e inmóviles y quedan frenadas y retenidas sin haber logrado el objeto de evaporarse.

Ascenso del punto de ebullición

Ascenso del punto de ebullición 
Es una consecuencia de la variación de la presión de vapor. Recordemos que la temperatura de ebullición se alcanza cuando la presión de vapor de un liquido iguala la presión exterior a la que esta sometido el liquido
Si la presión de vapor de una disolución con un soluto no volátil es inferior a la presión de vapor del disolvente puro, forzosamente su temperatura de ebullición sera superior, ya que la presión de vapor de la disolución no igualara la presión exterior hasta una temperatura mas alta.
Esta variación de temperatura esta tabulada en función de la molalidad de la disolución y de una constante llamada ebulloscópica.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Descenso del punto de congelación (punto crioscopico)

Descenso del punto de congelación
Para un solvente dado, el descenso del punto de congelación (descenso
crioscopico) es directamente proporcional a la concentración de partículas disueltas en
él. El descenso crioscopico es una propiedad cogitativa y por lo tanto, la magnitud del descenso solo depende de la naturaleza del disolvente y de la cantidad de soluto disuelto. El descenso del punto crioscópico de soluciones no electrolíticas es igual a la molalidad del soluto multiplicada por una constante de proporcionalidad denominada constante molal del descenso del punto de congelación Kc:
Todas las propiedades coligativas tienen en común el que no dependen de la naturaleza del soluto, sino del número de moléculas de soluto presentes con respecto al número total de moléculas.
La constante Kf se conoce como constante de descenso del punto de congelación o constante crioscópica, que depende, como es lógico, de la naturaleza del disolvente. Y como consecuencia de todo lo dicho anteriormente, podemos decir que el descenso del punto de congelación de las disoluciones diluidas es función de las propiedades del disolvente y de la concentración del soluto.
Por tanto: Tf = Kf
Donde: Tf = representa el descenso crioscópica
Kf = la constante crioscópica del disolvente . Su valor, cuando el
solvente es agua es 1,86 ºC kg/mol
m = la molalidad de la disolución.
Por medidas del descenso crioscopico, podemos calcular la masa molecular de un soluto siempre que trabajemos con disoluciones muy diluidas.
Tf = Kf m1 / M1 = Kf m1 .100 ÄTf = Kf · m
M2. 10-3 M1 . m2
m1 = masa de soluto en gramos
m2 = masa de disolvente en gramos
M1 = peso molecular del soluto

M1 = Kf

Presión osmótica

Presión Osmótica
La ósmosis es un fenómeno mediante el cual un disolvente es capaz de atravesar una membrana semipermeable, como el celofán o el velo que cubre un huevo por debajo de la cascara, mientras que el soluto no puede hacerlo.
Cuando una disolución esta en contacto a través de una membrana semipermeable con otra disolución de la misma especie mas diluida o con disolvente puro se produce un intercambio de partículas de disolvente entre los dos recipientes. Como todas las partículas del recipiente de disolvente puro son capaces de atravesar la pared, mientras que solo algunas pueden hacerlo desde el otro recipiente, se produce una corriente desde el disolvente puro hacia la disolución. Así si al comienzo los dos recipientes estaban llenos hasta el mismo nivel, con el tiempo el recipiente de la disolución posee un nivel de liquido mas alto que el de disolvente. Esta corriente se detiene por la presión hidrostática que posee el desnivel.